4h 54m
VV.AA.
Un diálogo entre creyentes e increyentes que pretenda ser fecundo y que no se limite a exponer lo ya sabido y alcanzado hasta el presente tiene que centrarse en la existencia de diferenciadas explicaciones ateas y creyentes sobre el tema de Dios; todas ellas supuestamente racionales y en libertad, a la vez que formuladas teniendo muy en cuenta algunas de las evidencias científico-positivas o, lo que es lo mismo, las formulaciones lógico-matemáticas con comprobación empírica que eso son tales evidencias científico-positivas más relevantes. Y que, por tanto, se ha de primar y dar razón no tanto de las convicciones personales cuanto de las diferenciadas explicaciones a las que se prestan dichas evidencias científico-positivas a partir de una razón en libertad."